¡Bienvenidos al blog de pesca a Spinning en Menorca!

martes, 30 de noviembre de 2010

De visitas

Para mí es todo un placer tener a algunos de los más avezados en esto del spinning en mis pesqueros habituales, y así fue este fin de semana.

Primero contactó conmigo Marc, gran compañero de pesca, que tenía la tarde del viernes libre y quería acercarse a pasarla por la parte de poniente. Nos encontramos en una playa virgen del sur de la isla, con la intención de lanzar allí nuestros artificiales la hora y media de luz que quedaba, y así lo hicimos, Marc, su compañero Lluís, mi amigo Lluís, también y yo. El resultado se saldó en una picada en superficie que no llegó a clavar, por parte del propio Marc.

Al anochecer el frío se iba intensificando y decidimos cambiar de escenario. Nos dirigimos a un pequeño puerto deportivo, donde normalmente se arrejuntan los espetones a pasar la noche. Nos asomamos y ahí estaban los estilizados peces, dando vueltas atentos a todo lo que pasa por el canal que conecta el pequeño puerto al mar, esperando la oportunidad de echarse algo a la boca.
Empezamos a lanzarles señuelos, unos a spinning y yo a mosca. No tardamos en notar las primeras picadas, todos tuvimos alguna. Al final nos hicimos con algunos espetones, tanto a spinning por parte de Marc como a mosca por parte mía.
Finalmente decidimos probar en el puerto de Ciutadella, donde entrada la noche no es difícil ver algún espetón de considerable tamaño. A lo mejor era un poco pronto y las "barracudas" tardaron en dar la cara, no aparecieron los gordos, a pesar de que mi amigo Lluís tuvo un “susto” con un espetón que venía robado y por lo cual tiraba más de lo normal por su envergadura.



 Al día siguiente, el sábado, fue Don Hipólito el que se quiso acercar a ver los espetones. El “planning” era el mismo del día anterior, aunque en este caso cambiaban los sujetos, con Lito venía Antonio Liñana y de nuevo como el día anterior Marc.
Empezamos otra vez en la misma playa y con el wader puesto a lanzar, las condiciones parecían algo mejores que en la anterior jornada. Mar revuelta y con poco viento, pero en esto de la pesca nunca se puede presuponer y a pesar de que la cosa pintaba mejor los peces no dieron la cara.

Seguimos con lo planeado y al caer el Sol nos mudamos a por los espetones, el pequeño puerto en el que el día anterior habíamos tocado algunas picudas resultaba azotado por la mar de sur, por lo cual el agua estaba tremendamente movida y marrón. Cuatro lances para despejar dudas y cambiamos de pesquero.

Nos encontramos otra vez en el puerto de Ciutadella. El agua parece estar bien, caen algunas gotas del cielo pero no nos quitan para nada las ganas de intentarlo. Algo pronto también hoy para los espetones dignos de mención, pero nos disponemos a lanzar.
En las primeras recogidas me persigue un espetón de tamaño medio que no llega a morder. Al poco rato Lito tiene una picada y saca el primer espetón de la tarde con un vinilo plomado, para seguidamente mi compañero Lluís enganchar otro con un minnow suspendido que se le engancha en una cuerda, le ayudo a desengancharlo y lo soltamos.
Poco más hubo destacable hasta que Antonio nos mojó la oreja sacando dos bonitos espetones con un Super ULM color sardina que resultó infalible, incluso uno de los espetones venia perfectamente embocado, por poco no cortó el bajo.


Sin duda dos divertidas y entretenidas jornadas con nuestros amigos de levante. Hasta la próxima.

jueves, 25 de noviembre de 2010

¿A mosca en el Mar?

¿Y por qué no?
Una modalidad que desde el primer momento me llamó la atención. Pesca ligera y muy técnica. Lo que a mí me gusta, todo un reto.
La descubrí a través de revistas, siempre en agua dulce a por truchas, algo impensable por aquí. Una lástima, era la técnica que definía mi forma de entender la pesca. Todo de esta pesca me atraía, el liviano equipo, lo extravagante del lance y hasta los colorines de las líneas.

Un día hojeando una revista de pesca había un artículo llamado “Pesca a mosca en el mar”. Trataba de lisas a mosca, con imitación de miga de pan y fue suficiente, suficiente como para que pronto me hiciera con un equipo de mosca y algo de material para confeccionar dichas imitaciones.

Así empezó mi andadura con la pesca a mosca. El comienzo no fue fácil, lanzar con un equipo de mosca se convierte en ardua tarea si tienes que aprender solo. Muchas horas de probar y probar de lanzar sin resultados satisfactorios frustran a cualquiera, pero era la única opción para aprender. La teoría es fácil, pero la práctica es la práctica y al principio me resultaba imposible sacar línea, además pescando con una línea de perfil paralelo (DT) para trucha.
Luego la clavada también se presenta todo un reto. Aunque en ese momento una buena parte del trabajo ya está hecho (engañar al pez), no es siempre fácil notar la picada, y menos clavar peces con la boca dura; y es que debemos clavar tirando de la línea y no subiendo la caña, que al ser normalmente muy parabólica nos haría fallar.

Finalmente salieron los primeros mújoles, de buen porte, divertidísimos con una caña para línea 5/6. Toda una satisfacción para mí.

Después, siguió el salto a por los depredadores, empezando como no, con los espetones. Muy divertidos con imitaciones de aguja, lisa o calamar. Siempre en interiores de puertos.


 Desde entonces han caído lubinas, palometas, llampugas, jureles y muuuchos espetones. A todo esto cabe decir que gran parte de lo que aprendí después de iniciarme fue gracias al foro de Caranx.net, intercambiando “posts” con los maestros de este arte, entre ellos el gran zzpop (Pepe H. Weigand), rpam (Rafa) y labraxmauler (Ruben) entre otros.

 La pesca a mosca, a mi entender, la defino como una pesca en la que hay que tener los peces mínimamente localizados, como los espetones en interiores de puertos o las llampugas cuando las vemos atacando agujas, por ejemplo. No la veo como una técnica para ir buscando peces, los lances no son ni tan largos ni tan rápidos como con un equipo de spinning. Y este es normalmente el mayor inconveniente que le veo la cola de rata. Además está el viento, el espacio que necesitamos detrás nuestro, etc., etc.
Pero todos estos inconvenientes, a veces difíciles y otras imposibles de solventar solo hacen que pescar a mosca en el mar tenga aún más merito y me motivan aún más a seguir intentándolo.

martes, 16 de noviembre de 2010

¿El equipo perfecto?

No. Por desgracia, o a lo mejor por suerte. Para mí, el equipo perfecto para spinning en mi zona no existe.

En base a mi experiencia puedo deducir qué especies y qué tamaño tendrán estas en cada parte de la costa que vaya a pescar. Si sé que los peces no van a sobrepasar el medio kilo de peso y les voy a poder lanzar chucherías ligeritas escojo la cañita para hasta 10g, carrete tamaño 1000 y mono filamento de 0,18mm. La diversión en este caso está asegurada.

El “problema” viene cuando pueden entrar a la muestra peces mayores, en ese caso últimamente me decanto para una BayLiner con acción 7-21g con un Rarenium 2500 y trenza de 5lb, este equipo es muy cómodo, también se disfruta con peces de reducido tamaño y ha aguantado a la perfección peces de más de 5kg, y hasta de 8kg.

Hasta ahí bien...el problema mayor viene cuando entramos en zonas más complicadas, con mucha roca y peces a los que les gusta ésta, o ambientes en los que sea fácil que nos visite un pez de buen porte, o incluso demasiado porte.
En esta situación no sé decidirme ¿escojo una 15-40g a pesar de casi ni darme cuenta cuando pica un pequeño palometón? ¿o me inclino por la 7-21g con el riesgo de que me entre uno de esos bichos malos?

La decisión de la semana pasada fue arriesgar ¿a lo mejor demasiado?. La teoría y la estadística no lo aclaraban, la zona era prometedora, pero nunca había enganchado ahí un pez que me pudiera poner en apuros con la BayLiner y el 2500.
Pronto me respondí a mi anterior pregunta. Sí, había arriesgado demasiado. Las lisas de buen tamaño empezaron a saltar alocadamente. Algo grande rondaba la zona, lanzo un popper y a los 2 o 3 “pops” tengo picada. El animal empieza a cabecear, y en cada uno de los achuchones saca línea, a lo mejor el freno está un poco flojo. Mientras pienso eso la línea deja de tener tensión ¡JOD...R! Aprieto el freno, hasta el punto que sé que la línea aguanta. Sigo lanzando señuelos, decido amarrar a la grapa un pobre Surface Cruiser ya sin pintura ni ojos...”pa' qué”, si funciona igual que nuevo.

A los tres o cuatro lances con dicho 
trozo de foam una nueva picada, tirón brutal que hace estallar el hilo en un fuerte trueno. Otra vez he perdido el bicho, me miro el carrete y veo que he apretado media vuelta más el freno de lo que debía y creía y el 5lb no aguantó.
Miro el popper al que primero habían atacado y me doy cuenta de que no es que se desclavara el primer animal, es que literalmente reventó uno de los triples. Si hubiera revistado el artificial antes me habría dado cuento y no hubiera apretado el freno, tal vez más de lo necesario.

La jornada se saldó con una persecución de otro de estos depredadores, éste lo vimos claramente y le calculamos la decena de quilos. No mordió.

Conclusión: La pesca, almenos el spinning, es una incertidumbre continua. El día en que no sea así, a otra cosa mariposa...

PD: El pobre y socorrido Surface Cruiser fue recuperado gracias a la amabilidad de un buceador que faenaba por la zona. Ahora el señuelo está restaurado, incluso ha recuperado la vista:


sábado, 6 de noviembre de 2010

Grandes "baguettes"

Otra vez, como cada año, acaba el "veroño" como le llaman algunos al final del verano y principio de otoño, seguramente la mejor época para el spinning debido a la gran cantidad de depredadores que se acercan a nuestras costas.

 Ahora, en noviembre, empiezan a bajar las temperaturas en el agua y todos los migradores se marchan, empezando por el favorito sustento de los depredadores que son los peces aguja. Cuando éstos se marchan suele coincidir que se adentran en los puertos los bancos de espetones, especie algo infravalorada por su, normalmente, facilidad para hacerles picar, pero que nos pueden hacer pasar buenas jornadas que de no ser por ellos estarian marcadas por el bolo, o quitarnos el mono de nuestra droga, la de notar una picada a nuestro artificial.

Además, por suerte por aquí, en el puerto de Ciutadella gozamos de algunos ejemplares realmente de buen porte, el año pasado salieron algunos animales de 6, 7 e incluso uno que marcó los 8kg en la bàscula.


Son peces, los de más de 5kg, que van  en los mismos bancos que los más pequeños de 1 y 2kg por lo que los pescaremos con los mismos artificiales. Todo vale, desde bucktails trabajados en profundidad hasta sutiles vinilos casi en superficie, pasando por los grandes y brillantes minnows; normalmente (almenos por mi experiencia en interiores de puertos) lo ideal es trabajar los artificiales a un rítmo realmente lento con algun tirón que acenture la acción de este. Para este menester han causado estragos los minnows de tipo "suspending", los de densidad neutra en el agua, que se quedan en el mismo sitio cuando dejamos de recoger, ni suben ni bajan, ahí se quedan. Con los cuales podemos realizar paradas constantes, hasta que el espeton se desinteresa y en ese momento le damos un cachete a la caña, el artificial vuelve a cobrar vida y el depredador se cabrea, y se cabrea hasta que no puede más y revienta en un fulminante ataque para nuestra diversión.

 Para colmo los tenemos cerca, sin tener que realizar grandes desplazamientos ni caminatas para encontrarlos, sin duda una especie que no desmerece.

Es importante, debido a su facilidad para capturarlos, practicar una pesca responsable, seguramente con uno o dos de 2kg tengamos más que suficiente para empacharnos de espetón, así que los demás o los dejamos tranquilos o los soltamos con vida tras su captura.