Provenientes de las aguas continentales, tardaron en dar el salto al mar. Cuando lo hicieron, al menos de mi mano, causaron una revolución. Recuerdo la primera vez que lancé el, ahora clásico, Slug-go en medio de un banco de espetones. Al empezar a recuperarlo los bichos hasta saltaban fuera del agua en su pelea para morderlo.
Por suerte o por desgracia siguen siendo unos señuelos tremendamente desconocidos para los practicantes del spinning en agua salada de este país. Es de entender que es mucho más cómodo manejar un minnow, que trabaja “solo”, o un jig recogiendo a tope que también saca peces.
Los vinilos requieren mucha más atención, sobretodo si los utilizamos sin plomar, cuando solo nosotros con nuestra destreza podremos imprimir, a través de la caña y el carrete ,los movimientos correctos al señuelo.
Otro handicap de estos señuelos, siempre hablando de ellos sin plomar, es su falta de lance. Para cubrir esta tarea deberemos armarnos con una cañita de acción bastante baja, una 3-15g por ejemplo, con un carretito acorde como pareja de baile, y casi los más importante, una línea tremendamente fina. Personalmente he llegado a utilizar con excelentes resultados un monofilamento de 0,18mm sacando peces de hasta 5kg.
Todas estas desventajas se ven compensadas, normalmente, por su rendimiento. A la mayoría de depredadores les cuesta resistirse a estas gominolas con su atractivo y natural movimiento, además de su textura, al morderlos difícilmente se darán cuenta de que es una trampa hasta que los clavemos.
Espetones, lubinas, llampugas y palometas son algunas de las especies típicas de los vinilos sin plomar.
Son una muy buena opción para buscar lubinas en aguas calmas, donde necesitamos un máximo realismo tanto en la forma como en la natación del señuelo. Además de que al utilizar hilos finos para lanzar el señuelo en cuestión, nos beneficiaremos de la poca visibilidad que ésta línea ofrecerá al desconfiado pez.
Seguramente los más conocidos, a la vez que versátiles y fáciles de usar son los vinilos plomados. El trabajo de lanzarlos, en este caso, se torna mucho más fácil debido lógicamente al peso que le confiere el plomo al conjunto.
En este caso ya podemos optar a peces querenciosos de más profundidad como serviolas o incluso dentones.
A pesar de esto, los prefiero, siempre que el pesquero y los peces me lo permiten, utilizar los vinilos sin plomar.
En cualquier caso, son un tipo de señuelos dignos de tener un lugar en nuestra caja. Además, a pesar de lo relativamente rápido que se deterioran debido a las dentelladas de los depredadores, su bajo coste y su tremenda efectividad compensan esa desventaja con creces.
1 comentario:
Enhorabuena por el Blog i por las capturas. El proximo mes vengo a ver unos amigos de Menorca i querria saber si en invierno se puede pescar algo o más bien es perder el tiempo.
Gracias, Antonio
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