Y no le faltaba razón al que así denominó a estos animales, las llampugas, y es que sin duda es la captura más fascinante, nerviosa, vistosa, acrobática y un sin fin de adjetivos más que definen perfectamente este peculiar pez y su fantástica lucha tras ser clavado por nuestros artificiales, en nuestras aguas.
Se trata de un pez pelágico, de aguas superficiales perteneciente a la familia de los Coryphaenidae compuesta solo por dos especies: la Coryphaena hippurus, la más frecuente y la Coryphaena equiselis.
Es un cazador nato, puro músculo que no para nunca de nadar realizando grandes travesías desde el Atlántico hasta el Mediterráneo.
Llega a la friolera de 210cm de longitud y hasta 40kg de peso.
Pero vamos a lo que nos interesa. Estos peces son migratorios, así que por suerte o por desgracia no están aquí todo el año, sino que solo se acercan desde mediados de agosto, cuando los ejemplares aún son de tamaños bastante reducidos, hasta incluso entrado diciembre, cuando aguantan hasta tales fechas podemos encontrar peces de tamaños realmente respetables.
Al ser peces pelágicos, se mueven y cazan en la capa más superficial del agua. Ahí ya podemos intuir que su pesca será especialmente espectacular, con señuelos de superficie de todo tipo, poppers, paseantes, hélices, skipping lures, vinilos sin plomar y un largo etcétera de tipos de artificiales que cumplirán con su función perfectamente.
Por citar uno que me ha funcionado muy bien esta temporada, el Zipsea Pop de Smith. Tanto el color Red Line Ghost como el AYU han causado estragos y provocado espeluznantes picadas en superficie.
Mi experiencia con estos animales se basa casi en su totalidad en la pesca desde costa. Desde embarcación puede tornarse mucho más fácil, incluso a veces demasiado, en este ultimo caso se tratará de buscar FADs u objetos flotantes donde las llampugas buscan refugio, o comida, ya que la sombra de dichos objetos flotantes sirven de cobijo a pequeños peces o crustáceos. De ahí que personalmente prefiera la pesca desde costa, donde es un poco más difícil conseguir capturar una llampuga y por tanto, almenos para mi, más satisfactorio.
Desde las rocas hay que buscarlas, donde intuyamos pueden pasar estos característicos “bichos”, normalmente zonas de cierta profundidad, y si abunda el pez pasto, sobretodo agujas, mejor que mejor.
Una vez encontradas las llampugas, unas veces nos facilitan el trabajo, atacando a todo lo que se mueve, y otras en cambio solo siguen el señuelo sin morder, llegando a desesperarnos tras ver frustradas nuestras expectativas después del duro trabajo de encontrarlas.
Sin duda, si las encontramos en uno de esos días de locura, en los que se tiran a todo, la fiesta está garantizada.
De momento, a día de hoy siguen por aquí y empiezan a alcanzar tamaños esplendidos que pondrán a prueba nuestros equipos con rápidas carreras e impresionantes saltos sobre la superficie, todo un espectáculo que no debemos desperdiciar.
Un último apunte es que debemos respetar el mar y sus habitantes, desde embarcación puede llegar a ser fácil pescar muchos muchos de estos peces en una sola jornada y darnos cuenta cuando ya están todos muertos y sin saber que hacer con ellos.
No cuesta nada soltarlos con vida si con uno o dos tenemos suficiente.
2 comentarios:
Que grande! Estaba leyendo tus entradas y como explicas las cosas y como se nota que te gusta la pesca y mas el hecho de no dañarla y machacarla (que hay mas de uno que no tiene cabeza..) Yo tambien vivo en las baleares (Ibiza) y por aqui no he visto mucha gente pescando a spinning. Yo estoy bastante verde en esto y por ahora solo llevo 1 verderol y no se ni como lo cogi ya que se engancho por la cola...
Haber si un dia podemos hablar sobre el tema...
Gracias de antemano
Andres
Gracias Andres! Me alegra que te guste el blog y que hayas captado el mensaje que intento expresar sobre la pesca responsable.
El mundo del spinning es tan apasionante como a veces difícil, así que no te desanimes y veras como caen más peces.
Cuando quieras hablamos.
Un saludo.
Sam.
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