Hace tan solo un par de años eran, para mí, una captura muy ocasional y aislada, y sin duda, siempre caían por casualidad. Normalmente venían prendidos de minnows de longitudes inferiores a 10 cm, casi siempre robados por uno o los dos triples.
Pero, al fin y al cabo estos espáridos también son depredadores, se alimentan de crustáceos como cangrejos, camarones, gambas, mejillones, navajas, etc. y al parecer también de peces; llegados este punto podemos deducir que si son depredadores, son susceptibles a ser pescados a spinning.

Llegué a dedicarme a su pesca los días en que peces de mayor porte no aparecían. Siempre utilizando minnows de entre 3,5 a 7 cm en colores naturales y brillantes. Normalmente salían sargos de no más de 100g, con alguna captura excepcional llegando a los 300 o 400g.
Esto último era lo que creía que funcionaba mejor hasta la semana pasada, en la que nos adentramos en un pedrero poco frecuentado por pescadores de caña, y menos de spinning. El sitio pintaba bien, a lo mejor el mar incluso demasiado en calma.
Enganché un Kacoon Seabass color “Negro Láser” a la grapa y empezó el festival. Una infinidad de picadas se materializaron en obladas, una pequeño palometón, vacas y sobretodo sargos. Sargos de entre 500 o 600g hasta 1100g, este ultimo lo sacó mi compañero Lluis con un minnow de, si no recuerdo mal, más de 14cm. Impresionante, no salió ningún sargo de menos de medio quilo. En tan solo un par de horas llegaron a salir una docena de peces, algo por desgracia inusual por nuestras costas.
Los mencionados Kacoon marcaron la diferencia. Llegué a sacar uno de los sargos con el Kacoon SP en color “Rojo/Oro”, un color totalmente antinatural, muy vistoso, ideal para los días con poca visibilidad.